- Visibilizando las inseguridades se puede avanzar hacia la aceptación de los cuerpos femeninos y el amor propio. En este contexto, la arquitecta María José Alarcón indagó en las percepciones de 17 mujeres de muy diversas edades a través de una experiencia de dibujo de sus propios cuerpos.
¿Cómo habitar nuestro territorio si no podemos habitar nuestros cuerpos? Fue la pregunta que se hizo María José Alarcón para el curso «Teorías de género y epistemologías del espacio” dictado por la urbanista y directora del Núcleo Milenio Movilidades y Territorios (MOVYT), Paola Jirón, en el marco del Magíster en Dirección y Administración de Proyectos Inmobiliarios de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) de la Universidad de Chile.
Esto, pensando que desde muy pequeñas las mujeres se ven inmersas en la construcción de los cuerpos en función de la mirada masculina bajo los estereotipos de la sociedad patriarcal, lo que lleva a que el cuerpo femenino experimente inseguridad y rechazo, dejándolo expuesto a ser vulnerado por una sociedad que estandariza, controla, violenta e inseguriza.
Para retratar esto, la estudiante de la FAU ideó un trabajo práctico que permitiera reflexionar acerca de cómo se siente el cuerpo femenino siendo parte del territorio desde su propia mirada. Para eso, 17 mujeres de entre cinco y 68 años de edad dibujaron su silueta y expusieron percepciones, pensamientos, juicios y miedos.
De esta manera se pudieron identificar patrones comunes que permitan entender sus pensamientos. La importancia de esto radica en que, una vez que se pueden identificar y visibilizar las inseguridades, se hace posible tomar decisiones que permitan avanzar hacia el camino de la aceptación y el amor propio.
¿Qué arrojó la investigación?
El primer dato que se desprende de la actividad fue que la mayoría de las mujeres advirtió “dibujar mal” antes de iniciar el trazado, manifestando una primera inseguridad. Luego, de acuerdo a datos estadísticos, el 29% dibujó su corazón, 12% sus tatuajes, solo una de las mujeres se dibujó sin cabeza, el 41% no dibujó su rostro y el 29% relaciona su cuerpo con maternidad y lactancia.
En cuanto a los aspectos físicos, el 29% escribió que le gusta su abdomen, el 12% habló sobre su vulva y el mismo porcentaje de mujeres manifestó haber pasado por alguna intervención quirúrgica.
De las 17 mujeres, dos manifestaron haber sufrido violencia; una física y la otra sexual. A la mayoría de ellas (el 59%), no le gusta alguna parte de ese cuerpo, y el 12% contó que está en un proceso de adaptación y trabajo personal.
María José acotó que muchos de esos sentimientos los vamos desarrollando a medida que vamos creciendo y, luego de analizar los resultados, reafirmó la necesidad de “revindicar nuestras cuerpas, amor y aceptar sus transformaciones a través del tiempo, que el poder que tienen los estereotipos que la sociedad establece no sean más fuertes que nuestras mentes y seamos capaces de querernos incondicionalmente en una sociedad machista y patriarcal que la mayoría de las veces busca destruirnos emocional y físicamente”.
Video – María José Alarcón
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