El barrio Unión Latinoamericana, en Santiago de Chile, es el principal nodo de distribución de mercancías chinas en la zona centro-sur de Chile. Contiguo a la Estación Central de trenes de la ciudad, congrega la mayor comunidad de chinos del país, hoy con hegemonía de la provincia Zhejiang. Este artículo describe las prácticas sociales más relevantes en su instalación, posicionamiento y notable expansión en los últimos años, pese a las restricciones de la pandemia de Covid-19. Los tintes etnográficos que componen el texto insinúan la importancia de su disposición a generar redes legitimadas en una cadena de deudas, en torno a las cuales se acoplan los actores nativos, en una relación indispensable para la existencia del grupo. El establecimiento de ese vínculo, en especial cuando involucra autoridades locales, es uno de los fundamentos de las jerarquías intraétnicas, representadas en el barrio por el poder de “grandes hombres” de esta comunidad china. El éxito de sus redes, expresado en sus centros comerciales, se explica no solo por sus solidaridades y sumisiones internas, sino también por una potente relación extracomunitaria con agentes del Estado, otros migrantes y nativos chilenos.
Palabras clave: Migración china en Chile, Cadena global de mercancías, Empresarios chinos (个体 getihu; 伤人 shangren), Reciprocidad, Familias chinas (家jiā)