- Encuesta realizada en las regiones de Los Lagos y Los Ríos revela que más de un tercio de los conmutantes -personas que viven y trabajan en ciudades diferentes- siguen desplazándose cotidianamente durante la pandemia al no existir alternativas laborales en sus comunas de origen.
En la editorial del número especial sobre movilidad y pandemia de la Revista “Mobilities” (febrero, 2021) el investigador Peter Adey junto a sus colaboradores, planteaban que a medida que el coronavirus se extendió por todo el mundo, superando las capacidades de los sistemas de salud para contenerlo, muchas movilidades humanas se detuvieron abruptamente, mientras que otras se reorganizaron drásticamente. Efectivamente, mucha gente ha dejado de trabajar, los niños y niñas tuvieron que continuar sus estudios de forma remota, varias empresas cerraron sus oficinas y, otras, debieron reestructurar sus formas de trabajo. En este contexto, es que el equipo de “MovAustralis”, plataforma de divulgación académica con foco en el estudio de las movilidades en el Sur Austral, liderado por la acádemica MOVYT Alejandra Lazo Corvalán del Departamento de Arquitectura de la Universidad de los Lagos, aplicó una encuesta online en las comunas de Purranque, Puyehue, San Juan de la Costa, La Unión y Río Bueno de las regiones de Los Lagos y de los Ríos, para conocer cómo habían cambiado las movilidades cotidianas producto de la pandemia del Coronavirus en estos territorios.
Uno de los resultados destacados de la encuesta(1), es el hecho de que casi 16% de las personas declara haber perdido su trabajo, mientras que un 33% adoptó la modalidad de teletrabajo. No obstante, un 35% de los encuestados informa seguir trabajando en el lugar donde habitualmente desempeña su vida laboral, lo que significa que siguen viajando y desplazándose durante la pandemia a territorios que se encuentran fuera de su comuna de origen. Lo anterior, implica necesariamente tomar un medio de transporte (taxi colectivo o bus) exponiéndose a un posible contacto del virus para poder llegar a su lugar de trabajo ubicado en otra comuna. Algo no menor si se considera que el tiempo de viaje no es corto y fluctua entre treinta a sesenta minutos.
¿Por qué hay personas que se siguen moviendo en tiempos de confinamiento?
Si bien la reorganización del trabajo es posible debido a la extensión que se experimenta por el avance de las Tecnologías de Información y Comunicación (TICs), particularmente, los smartphones, las computadoras personales e Internet, estas tecnologías no están al alcance de todos y no se dan en todas las ocupaciones laborales, dejando excluidas a las personas que trabajan en salud, labores de aseo, servicios de cuidado, comercio informal, packing, venta de productos en la feria, entre otros empleos que requieren de la presencialidad para llevarse a cabo y que constituyen una parte importante de la fuerza laboral en estos territorios.
En este sentido, cuando preguntamos a las personas por qué motivos seguían viajando en tiempos de pandemia, las respuestas no son sólo la realización de trámites o el abastecimiento de alimentos básicos, sino que también el hecho de que no existían opciones laborales en la ciudad en que viven (33% de las personas señaló moverse por estos motivos).
Ello significa que muchas personas siguen viajando en tiempos de Coronavirus, mientras que otros tienen el privilegio de estar inmóviles teletrabajando. Así, es relevante analizar las dinámicas de conmutación, o de desplazamiento entre ciudades, como una característica fundamental de la vida y la dinámica de estos territorios subnacionales. La pandemia pone de relieve la desigualdad socio-territorial existente y la necesidad de seguir moviéndose, simplemente porque la vida continúa con todas sus necesidades y bemoles.
(1) Encuesta online del Proyecto FONDECYT de Iniciación 11171028 aplicada entre octubre y noviembre 2020 en las comunas de Purranque, Puyehue, San Juan de la Costa, La Unión y Río Bueno, con la colaboración de los municipios en la difusión a las comunidades. Muestra accidental, respondieron de manera anónima quienes fueron alcanzados por esta difusión: 328 personas, 239 de ellas conmutantes.
Columna publicada en Revista Pedalea
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