julio 9, 2020

Por Comunicaciones Movyt

COLUMNA La movilidad es política

Experiencia y conocimiento territorial para pensar la ciudad

Por Alba Vásquez, Socióloga. Doctorante Territorio, Espacio y Sociedad, FAU, UChile. Equipo MOVYT

La movilidad urbana es un problema político, no solo técnico. Entendiendo que los temas políticos implican resolver problemáticas, en donde se toman decisiones, se negocian posturas e intereses, se desarrollan procesos en tiempos específicos y espacios institucionales y sociales determinados. El cómo nos movemos en las ciudades chilenas es también producto de estos procesos políticos, es una expresión de relaciones de poder. Las severas condiciones que atravesamos por la pandemia de Covid-19, han impactado fuertemente en la manera de moverse de millones de personas alrededor del mundo, por lo que autoridades de diversas ciudades han puesto en marcha soluciones para enfrentar estas dificultades. En el transporte público, por ejemplo, intentando asegurar el distanciamiento social mediante el aumento de las frecuencias de buses o alternando los asientos disponibles. Por otro lado, considerando que la bicicleta es un medio de transporte que facilita el distanciamiento social, además de otorgar beneficios físicos y urbanos, en diversas ciudades se han implementado sendas de emergencia para ciclistas, las cuales contemplan demarcaciones exclusivas para su circulación. Sin embargo, la implementación de dichas iniciativas no pasa solo por decisiones de técnicos o expertos en transporte. En Ciudad de México, por ejemplo, esto partió desde una propuesta de la sociedad civil hacia las autoridades. En Chile, las sendas de emergencia fueron una propuesta del Colectivo Muévete, post-estallido de octubre de 2019[1], frente a las dificultades de movilidad en la capital por cierre de estaciones de metro y reducción en horarios de funcionamiento del transporte público.

La implementación de sendas de emergencia en este escenario de crisis sanitaria ha sido posible por el trabajo colaborativo entre organizaciones de la sociedad civil y autoridades locales. El conocimiento de la realidad territorial, vinculado a la experiencia de ser ciclista urbano, usuario de transporte público o peatón, así como la voluntad de algunas autoridades locales de gestionar y destinar recursos a la demarcación, ha permitido una rápida implementación en diversos territorios. Sandra Aguilera, Coordinadora General del Colectivo Muévete, cuenta que en conjunto con organizaciones de base en los territorios han trazado y se estaba gestionando la demarcación de sendas de emergencia en alrededor de doce comunas de la Región Metropolitana, Tarapacá, Bío Bío y La Araucanía, cuya gestión depende de la capacidad de los municipios y las posibilidades que entrega la Ley de Convivencia Vial y que permitirá la nueva Ley de Aportes al Espacio Público (20.958). Para la ejecución de esta ley, es necesario que los municipios elaboren Planes de Movilidad, el cual inicia con un proceso de diagnóstico de la situación de movilidad en la comuna, tanto en términos de la condición de infraestructura, pero también de repartición de modos, flujos y potencialidades en torno a la situación de la comuna, en apoyo de los instrumentos de planificación comunales. Así, la posibilidad de demarcar y contar con un espacio preferente para la circulación de ciclistas permitirá obtener datos que alimentarán este diagnóstico, necesarios para la elaboración de los planes comunales de movilidad. El 10 de junio de 2020, el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT) emitió el Oficio Circular Nº 270-3211, en donde se  plantea que la implementación de sendas temporales de emergencia pasarán primero por una mesa técnica del MTT, en conjunto con los municipios o el Gobierno Regional, estableciendo un proceso más largo en donde entran en la escena más instituciones que decidirán en torno a las propuestas de sendas de emergencia emanadas de los gobiernos locales, a partir del mismo procedimiento administrativo que una ciclovía permanente, entorpeciendo los procesos que se estaban llevando adelante en diferentes comunas para la implementación de las sendas de emergencia.

En los últimos meses se ha escrito y reflexionado ampliamente sobre cómo se van a modificar los patrones y experiencias de movilidad de los habitantes urbanos, una vez que el funcionamiento de las ciudades vuelva a cierta normalidad. Aún frente a la crudeza social de esta crisis y la urgencia en resolver lo inmediato, es necesario reflexionar en torno a las amenazas a la movilidad urbana que sucederán producto de la crisis sanitaria, lo que puede profundizar aún más los actuales problemas urbanos asociados a la escasa planificación y a la nula vinculación con el conocimiento social y territorial. Si hay una lección que podemos aprender de esta crisis, es que las soluciones hay que pensarlas, planificarlas e implementarlas en conjunto con la ciudadanía, de la mano de sus experiencias individuales y colectivas, utilizando el conocimiento local para territorios más justos.


[1] Transportes autoriza demarcación de ciclovías ante aumento de viajes en bicicletas: https://www.latercera.com/nacional/noticia/transportes-autoriza-demarcacion-ciclovias-ante-aumento-viajes-bicicletas/909991/

Esta columna fue publicada en Revista Pedalea

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