• En el webinar “(Re) pensar las fronteras latinoamericanas y caribeñas” organizado por la Asociación de Estudios Fronterizos en octubre de 2020.

Santiago, 1 de noviembre de 2020.- Entre el 29 y 31 de octubre se realizó el seminario “(Re)Pensar las fronteras latinoamericanas y caribeñas” organizado por la Asociación de Estudios Fronterizos (ABS) para amplificar y contribuir a la novedosa y rica discusión sobre fronteras en América Latina y el Caribe, además de promover la colaboración académica transfronteriza y transdisciplinaria en la región y el mundo.

En este contexto el investigador asociado MOVYT Alejandro Garcés, antropólogo especializado en flujos migratorios internacionales latinoamericanos, economías de la migración y procesos de inserción urbana y fronteriza que inauguran sus desplazamientos, expuso su proyecto “Espacialidades transfronterizas en el desierto de Atacama”, financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt), enfocándose en el intercambio que ocurre en la triple frontera circumpuñeña, donde se intersectan Bolivia, Argentina y Chile, analizando las movilidades que configuran esta producción transnacional del espacio.

En la exposición presentó su análisis respecto a las economías generadas en la frontera de Atacama y Lípez (Suroeste de Bolivia), los intercambios producidos entre el Salar de Atacama y la Puna de Jujuy, y, las espacialidades transfronterizas de las ferias de intercambio del sector.

En este contexto explicó la “movilidad caravanera” de las economías de frontera, que existen en rutas previas a las actuales fronteras nacionales, y donde se da una forma privilegiada de comercio: el trueque. Estos espacios se caracterizan por su contigüidad a raíz de una frontera difusa y de difícil inspección para el control policial.

Garcés se refirió además a la industria azufrera del territorio, donde también se da esta contigüidad espacial en el marco de una resignificación y reapropiación de las rutas y caminos, con una mano de obra adaptada a las condiciones extremas de la puna, cuya movilidad ha sustituido el transporte animal por la motorización.

El antropólogo explicó también el desarrollo del sector de servicios y turismo que nace de las nuevas movilidades surgidas a partir de las reapropiaciones ruteras, que constituyen nuevas economías construidas en torno a vínculos familiares que sustentan el emprendimiento.

El investigador observa que existen mercancías y personas que desbordan la geografía tradicional, como el caso de las mercancías chinas en Chile. También explica que la espacialidad transfronteriza está constituida por diversas economías y movilidades yuxtapuestas, y, concluye que las nuevas identidades se constituyen en torno a la diversificación de las relaciones interétnicas en el espacio fronterizo, y la desaparición de la economía histórica en el territorio, que se ritualiza. En este sentido, la frontera estaría produciendo una nueva identidad que se vuelve patrimonio.