“Más que una conferencia, el encuentro fue una conversación durante varios días con muchas investigadoras e investigadores colombianos preocupados por temas diversos, vinculados con los problemas actuales del planeta, sobre todo territoriales” explicó Paola Jirón, directora del Núcleo Milenio Movilidades y Territorios (MOVYT), tras visitar Colombia para participar en el esperado evento con una de las académicas más influyentes del pensamiento social transdisciplinar contemporáneo, denominado “Encuentros con Donna Haraway, enredando ecologías, conocimientos y parentescos”.

Donna Haraway es profesora emérita de la Universidad de California, Santa Cruz, doctora en biología de la Universidad de Yale y autora de culto. Intersecta la biología con la cultura y la política explorando desde el feminismo, la ciencia, la tecnología y los mundos multi especies, entre otras cosas. Su reciente libro “Seguir con el problema. generar parentesco en el Chthuluceno” fue uno de los puntos de partida para la conversación con la directora MOVYT “lo que Donna Haraway plantea tiene que ver con permanecer en el problema, con quedarse en el malestar, en las situaciones problemáticas que generan un malestar en el presente, para generar desde ahí nuevas conversaciones que permitan dar cuenta y actuar respecto a los problemas actuales en profundidad”, explicó Jirón.

En este marco, la propuesta de MOVYT, que analiza problemáticas complejas del habitar cotidiano desde la movilidad, con una mirada etnográfica y interdisciplinaria, es relevante si se quiere influenciar el futuro de los problemas que afectan a las personas desde diversos puntos, incluyendo la política pública. Paola Jirón expuso algunos de los resultados de investigaciones en curso que develan las complejidades de coexistencia del habitar con el narcotráfico en los barrios de Santiago o la experiencia afectiva, móvil y encorporada de los bailarines K-Pop en la misma ciudad, en esta conversación con Haraway, tomando en cuenta que, en Chile, la planificación urbana se formula e implementa desconociendo el habitar cotidiano de los habitantes.

Las implicancias políticas de esta omisión serían graves, ya que al planificar la ciudad desconectados de los conocimientos construidos desde los habitantes en base a su experiencia cotidiana con un lugar-, no se mejorarían realmente las condiciones de vida de la población.

Una de las maneras que propone Haraway para conversar sobre temas complejos y enredados es el storytelling -o narrativas- de los problemas que se detectan, que sean lo suficientemente especificas para comprender su complejidad y adecuadamente generales para poder hacer relaciones más amplias o “tentaculares”. En este marco, fue importante conocer el trabajo de las investigadoras feministas colombianas, que están contando historias a través de la música, de los bordados, de la cocina, o de imágenes, “eso hace que sea muy interesante intercambiar métodos y nuevas maneras de contar fenómenos complejos” detalló Jirón. Los encuentros con Donna Haraway en Colombia fueron diálogos durante varios días entre investigadores, en formatos que no buscaron presentaciones tradicionales, sino que incursiones creativas desde las cuales pensar la ecología, el afecto y la política. Fueron organizados en un esfuerzo colectivo de la Escuela de Estudios de Género de la Universidad Nacional de Colombia, la Pontificia Universidad Javeriana, la Universidad del Rosario, la Universidad del Magdalena, la Universidad Industrial de Santander. Contaron con el Apoyo del Instituto Humboldt y del Instituto Distrital de las Artes – Idartes de la Alcaldía Mayor de Bogotá.