- Investigadora MOVYT analizará la experiencia de movilidad en el entorno urbano desde la perspectiva de la salud funcional de las personas mayores en dos comunas del Gran Santiago.
Santiago, viernes 26 de junio de 2020.- “Yo no sé qué pasa cerca del Unimarc, porque muchas veces se cae gente ahí y va a parar al consultorio. (…) Y en el consultorio no la pueden atender, porque es atención primaria”, dice una mujer de la comuna de Providencia a Ximena Cea, investigadora del Núcleo Milenio Movilidades y Territorios (MOVYT) quien, en el marco del doctorado de salud pública de la Universidad de Chile, realiza un estudio que busca analizar la experiencia de movilidad en el entorno urbano desde la perspectiva de la salud funcional de las personas mayores, entendiendo como funcional la capacidad de realizar actividades diarias sin apoyo.
El estudio se centra en dos comunas del Gran Santiago: Pedro Aguirre Cerda y Providencia, similares en la proporción de adultos mayores que allí habitan, pero diferentes en calidad de vida urbana, habitabilidad y servicios para mayores de 65 años, características que por las diferencias socioeconómicas “constituyen desigualdades estructurales en salud, por lo tanto, esperaría encontrar experiencias distintas en habitar y significar el entorno urbano”, explicó Cea.
La académica agregó que la investigación “se sitúa desde la noción de que la funcionalidad no sólo está explicada por las condiciones individuales de salud, sino que también por las características del entorno en donde está situada la vivienda de la persona. Es decir, un entorno inclusivo permitiría extender la funcionalidad y la vida autónoma de las personas mayores, facilitándole el acceso a servicios, recreación y la satisfacción de las actividades que esa persona quiere realizar desde el más amplio sentido de la libertad”.
El año 2050 Chile será el país más viejo de Sudamérica, considerando la velocidad con la que envejece nuestra población, la proporción de personas mayores que aquí viven y la expectativa de vida de 79,5 años. Sin embargo, no existen estudios que hablen de la experiencia de movilidad asociada a la salud. En este contexto, Cea explica que “si bien tenemos elementos que caracterizan esta ciudad amigable, no conocemos hoy día desde el sector salud la experiencia de la movilidad de las personas mayores que nos permita analizar con mayor precisión la relación que establece la persona mayor con el entorno y de la forma en que lo significa”.
La investigación tiene como diseño de estudio una aproximación etnográfica aplicando la técnica de sombreo, metodología que consiste en seguir a quien será el sujeto de estudio para identificar sus prácticas de movilidad, las problemáticas que enfrenta en la experiencia de traslado y cómo se desenvuelve en el entorno urbano.
En cuanto a la contribución del estudio, permitiría tener una base para futuras propuestas en políticas públicas “en términos de movilidad para las personas mayores, no solamente se requieren adaptaciones relacionadas a la infraestructura, a lo físico espacial, sino que también intervenciones que reconozcan la velocidad, el significado sociocultural que las personas mayores le dan al espacio y la forma en que se relacionan con él”, explicó la investigadora.
Sobre este mismo punto, añadió que “se deberían fortalecer los apoyos a los cuidadores, garantizar el transporte público seguro, acceso a servicios o tele asistencia, educación en tecnologías, incorporación de la perspectiva de los viejos en la toma de decisión política, generando los espacios de participación y fortaleciendo los mecanismos de representatividad”.
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