Ubicados en la intersección entre geografías del cuidado y geografías de los niños, presentamos tres historias etnográficas (que surgen de tres estudios etnográficos) a través de las cuales argumentamos que, como resultado del confinamiento pandémico en Chile, los lugares de los niños dentro de sus paisajes de cuidado cambiaron en dos sentidos:
- En primer lugar, dada la desmovilización y concentración de los espacios de cuidado en el hogar, el lugar de los niños se volvió más cercano al de los adultos, suspendiendo la segregación espacial habitual que los separa.
- En segundo lugar, junto con esta nueva proximidad a la que nos referimos como relaciones familiares en persona, surgieron nuevas posibilidades para la participación de los niños en las prácticas de cuidado familiar.
Esta reordenación de los lugares de los niños dentro de los paisajes de cuidado pone de relieve dos aspectos interrelacionados del cuidado familiar desde la perspectiva de los niños, por un lado, el tipo y la cantidad de tiempo familiar en persona que se pasaba en un espacio compartido en tiempos “normales” no era suficiente desde la perspectiva de las necesidades e intereses de los niños. Y, por otro, aunque los niños suelen ser vistos como sujetos de cuidado, son personas que se preocupan por los demás y que pueden asumir más responsabilidades de cuidado de las que normalmente se espera que asuman.
Palabras clave: children’s geographies; COVID-19; geographies of care; Global South; landscapes of care; mobilities, movilidades, geografías de la niñez, paisajes, sur global, geografías del cuidado